Dolores bastante llamativos en la zona lumbar, náuseas y vómitos, sangre en la orina... Los síntomas de los cólicos renales suelen ser bastante evidentes, y a los especialistas en urología como el Dr. Díaz Bermúdez nos llevan a un diagnóstico -generalmente- muy claro. Si sufre de esta dolencia, no se preocupe prematuramente porque podremos ponerle solución.
¿Qué son los cólicos y cuáles los síntomas más habituales?
Los cólicos renales, técnicamente llamados cólicos nefríticos, se producen cuando el canal urinario se obstruye por culpa de un cálculo renal, que socialmente conocemos como piedra en el riñón. Ni siquiera los especialistas en urología hemos podido concluir una causa exacta de estas formaciones, pero sí que sabemos que la falta de líquidos o la genética suelen estar entre las más habituales.
Los síntomas que nos hacen pensar en un posible cólico renal son los siguientes:
- Dolor agudo y de aparición muy repentina en la zona costo-lumbar. La intensidad es alta desde el principio.
- Malestar en la zona de la vejiga. En ocasiones, los cólicos se pueden confundir en primera instancia con una infección de orina. Por ello, procedemos a descartarla con antibióticos. Si las molestias no cesan, debemos empezar a valorar un diagnóstico de cólico.
- Debido a la obstrucción del canal urinario, un paciente con cólico renal presenta casi siempre náuseas y vómitos.
- Sangre en la orina. Solo la aparición de este síntoma en cualquier contexto justifica la visita a un urólogo para que pueda hacer pruebas y comprobar qué está ocurriendo.
- Suspensión de la expulsión de líquidos, es el síntoma más claro y el de mayor gravedad. Significa que el conducto está bloqueado por completo y se debe expulsar los cálculos cuanto antes.
¿Cómo tratamos los cólicos renales?
Cuando se nos presenta un paciente con cólico renal, hay que valorar la dimensión de la dolencia. Si los cálculos son de pequeño tamaño, optamos por la vía menos invasiva y conservadora; es decir, analgésicos antiinflamatorios para calmar el dolor y la posible inflamación de los conductos donde se encuentran las piedras y la recomendación de beber abundante líquido para aumentar la micción y, por ende, las opciones de expulsar de forma natural la obstrucción.
Si no lo consigue de esta forma, el urólogo procede entonces a administrarle un alfa-bloqueador que relajará los músculos de la uretra y le facilitará el trabajo de la eliminación del problema.
Como puede imaginar, en el caso de cálculos renales más grandes tenemos que abordar la solución desde el plano quirúrgico. Intervenimos al paciente para extraer lo que llamamos comúnmente 'piedras' y le damos tratamiento postoperatorio.
En cualquier caso, ante la aparición de síntomas de cólicos renales no se quede únicamente con la información que encuentre por Internet. Ni tan siquiera solo con la nuestra. Lo importante es que ponga su caso en manos de un especialista en urología como el Dr. Díaz Bermúdez. Será el responsable de hacer un diagnóstico correcto y valorar las posibles vías de tratamiento.
Por lo tanto, si necesita un diagnóstico preciso ante una sospecha de cólico renal, acuda a nuestra clínica urológica en Pontevedra.